El circuito itinerante Yoga por los Caminos del Vino comenzó la primavera con nuevos destinos para seguir elevando el espíritu en escenarios encantadores. Cumpliendo cuatro años desde su creación, la propuesta que integra los universos del yoga y el vino renovó opciones y ofreció encuentros que aseguraron una experiencia de conexión con la naturaleza y con uno mismo en un entorno tan original y orgánico como glamoroso y chic.
Viña Las Perdices, en Luján, además de bodega Argentina y bodega Bombal en Maipú, se sumaron como escenarios para brindar prácticas de bienestar. Cada uno de los establecimientos recibió a los participantes en su jardines, cavas y viñedos. Una vez finalizada la práctica del yoga seguida de una baño de gong, se vivieron instantes de brindis, alegría y placer, regados por deliciosos bocados y generosos vinos.

Miembros de las delegaciones internacionales de la Conferencia Anual de las Great Wine Capitals que se desarrolló recientemente en Mendoza vivieron con gran entusiasmo la propuesta de Yoga por los Caminos del Vino en la montaña.
Antes de compartir un almuerzo en el Gran Hotel Potrerillos, representantes de diversos países disfrutaron de la experiencia con una práctica en inglés que incluyó ásanas, ejercicios de control de respiración y baño de gong.
Este año, el emprendimiento fue inscripto oficialmente como prestador de servicios en la categoría de “experiencia turística” que otorga el Ministerio de Cultura y Turismo de Mendoza, y durante los últimos meses se afianzó prestando el servicio a visitantes nacionales y extranjeros en busca de nuevas opciones de disfrute y bienestar en la ruta de los viñedos. Además, fue reconocido con una mención especial en el concurso de “Experiencias innovadoras” celebrado en la provincia.
Yoga por los Caminos del Vino es una invitación al bienestar físico y mental que combina los beneficios mundialmente reconocidos del yoga y las propiedades de una copa de vino,